viernes, febrero 23, 2007

La Educación en Medios de Comunicación e Internet como Instrumento para el Desarrollo de una Cultura de Paz


- Declaración de Granada.


Los firmantes de esta declaración, investigadores, educadores, periodistas, gestores públicos, responsables de los medios de comunicación y de empresas de Internet, padres, madres, representantes de ONG y estudiantes, nos comprometemos en nuestro comportamiento personal y/o institucional a favorecer la Educación para el uso crítico y comprometido de los Medios de Comunicación y de las Tecnologías de la Información y Comunicación en nuestras familias y en las comunidades, empresas, organismos y ONG a las que pertenecemos para, desde ellas, contribuir a que nuestro mundo sea más justo, solidario y pacífico. Por ello:


Creemos necesario que todos los niños, niñas, jóvenes y adultos adquieran una Educación para el uso crítico de los Medios de Comunicación y de las Tecnologías de la Información y Comunicación.



Pensamos que esta Educación debe ser entendida como un deber de toda la sociedad, nacer bajo el impulso de la sociedad civil de todo el mundo, e iniciar su andadura en la Familia para completarse en la Escuela, los Medios de Comunicación y las demás instituciones sociales.


Estimamos igualmente que es urgente que los Medios de Comunicación y las empresas suministradoras de contenidos de Internet reconozcan la importancia que su ejercicio tiene en la construcción de la dinámica social, establezcan el compromiso de un trabajo ético y solidario con la comunidad y así colaboren con las familias, escuelas, administraciones públicas e instituciones sociales en general en la erradicación de todos los mensajes que favorezcan la violencia, la intolerancia, el racismo, el fanatismo, la maledicencia y la xenofobia y que atenten por ello contra lo prescrito en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de los Derechos del Niño. Consecuentemente nos comprometemos a:




  • Impulsar la puesta en marcha de códigos profesionales deontológicos que favorezcan la autorregulación ética de los contenidos que a diario se difunden por los Medios de Comunicación y las Tecnologías de la Información y la Comunicación.


  • Favorecer el desarrollo de una cultura evaluadora de la calidad educativa de los contenidos mediáticos en la que participen padres, madres, expertos, educadores e investigadores.


  • Exigir a los poderes públicos regionales, nacionales e internacionales que denuncien y adviertan a la población de la existencia de empresas e instituciones que difundan contenidos audiovisuales e hipertextuales que, por su escasa o nula calidad ética y/o estética, dificulten el desarrollo armónico de la personalidad de niños, niñas y adolescentes y contribuyan a la extensión de la cultura de la violencia.


  • Instar a los Medios a que subrayen en sus programaciones contenidos que fomenten el sentimiento de ciudadanía mundial y resalten acciones de salvaguarda de la libertad, la paz, la solidaridad, el respeto a la vida, la no violencia, la justicia, el diálogo y la conservación del medio ambiente.


  • Crear e introducir en Internet, por nuestros propios medios, contenidos que resalten estos valores, optimizando los mecanismos de difusión existentes en la red.


  • Impulsar el uso responsable de los contenidos de la red en loshogares, colegios y establecimientos públicos de acceso a Internet, para que niños, niñas y adolescentes aprendan a discernir entre un buen uso y un uso nocivo de los mismos.


  • Estrechar los lazos de colaboración entre familias, empresas audiovisuales y de Internet, escuelas, universidades, ONG y poderes públicos para intensificar el diálogo interdisciplinar que ayude a potenciar el desarrollo didáctico y la extensión de la Educación en los Medios a toda la población.


  • Impulsar la investigación sobre Educación en los Medios y colaborar con las universidades e instituciones nacionales e internacionales en su realización y difusión.


  • Favorecer la formación de padres, madres, educadores, periodistas, responsables públicos y ciudadanos en general, en el campo de la Educación para el uso crítico y comprometido de los Medios de Comunicación y las Tecnologías de la Información y Comunicación en favor de una Cultura de Paz.

Esforzarnos y trabajar solidariamente para que los medios tecnológicos y modernos canales de comunicación contribuyan a favorecer el desarrollo sostenible y el despegue educativo (a través del desarrollo de la enseñanza a distancia) y socioeconómico de los ciudadanos del Tercer Mundo. Y todo ello desde el compromiso solidario por trabajar para que el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación no suponga un aumento de las abismales diferencias existentes entre los países y sociedades opulentos y las naciones pobres.


Lo que firmamos en Granada (España), y por procedimientos virtuales en el resto del mundo, bajo la atenta mirada de la UNESCO, y con un compromiso de revisión cada tres años, el día 17 de Octubre de 2001.


Fuente:AUNDI Boletín informativo N°30.


Información relacionada: Seminario Virtual Unesco de Educación y Tecnologías de la Información.

El sentido de una educación en medios


Por Roxana Morduchowicz.

Directora Nacional del Programa "Escuela y medios" del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina.


Síntesis.

La educación en medios es un campo en torno al cual existen no pocas coincidencias en todo el mundo, basadas en la necesidad de acercar los medios de comunicación a la escuela como objeto de estudio y de análisis en la clase. Sin embargo, esta expresión también suele definir distintas concepciones y enfoques. No todos los países coinciden en la manera de implementar y de encarar esta enseñanza, circunstancia que incluso se puede producir dentro de un mismo país.


Algunas corrientes priorizan el enfoque semiológico y proponen el estudio del lenguaje de los medios. Otras son más sociológicas y analizan la relación de los niños y de los jóvenes con los medios. También están las que proponen examinar los efectos de los medios en la sociedad, sobre todo en la niñez (que últimamente han perdido peso). Finalmente, hay una corriente que plantea un enfoque crítico, más vinculado a los estudios culturales.


Este artículo analiza, en definitiva, las diferentes concepciones que existen en torno a la educación en medios.


El consenso: la no transparencia.

Una educación en medios reconoce el papel central que desempeñan los medios de comunicación en la vida de los niños y de los jóvenes. Primera actividad de placer y principal fuente de información, los medios son el corazón de la vida política y cultural de las sociedades modernas, y, en este sentido, modifican y afectan la manera en que las personas perciben y comprenden la realidad. Vivimos en una sociedad en la que el conocimiento está mediatizado.


Casi todo lo que conocemos del mundo nos llega a través de los medios, que construyen una imagen de él, en virtud de la cual nosotros construimos la nuestra. Los medios de comunicación, y más recientemente las nuevas tecnologías, modifican nuestra percepción de la realidad, nuestra actitud ante el conocimiento y nuestra manera de concebir el mundo. Precisamente porque los medios son, ellos mismos, una representación del mundo.


La educación en medios analiza la manera en la que los medios construyen el mundo y actúan de mediadores entre él y nosotros. Se fundamenta sobre una noción esencial: los mensajes de los medios son construcciones. La educación en medios propone aprender a interrogar estas representaciones, a fin de comprender la forma en la que damos sentido a la realidad y el modo en que otros (los medios) le dan sentido para nosotros (Ferguson, 1994).


En suma, la educación en medios se funda sobre la idea central de que los medios no son transparentes. Este principio de no transparencia (Masterman, 1993) es el punto de partida de dicha formación, dirigida a confirmar y a fortalecer la idea de que los medios no son el simple reflejo de la realidad, sino que están implicados en su proceso de construcción. Los medios no son espejos que proyectan la imagen fiel de lo que sucede en el mundo. Por el contrario, sus mensajes presentan siempre puntos de vista particulares y diferentes sobre la manera en la que las audiencias deben interpretar la realidad.


Si bien en la actualidad existe cierto consenso en la definición de lo que es una educación en medios, la historia del vínculo entre la escuela y los medios de comunicación no siempre ha logrado ser tan clara y precisa. Esa relación frecuentemente se ha movido más cerca de la desconfianza y de la condena que de la aceptación y el reconocimiento. La televisión, sobre todo, ha sido calificada por la escuela como un "enemigo poderoso", cuya influencia, por lo general negativa y manipuladora, debería combatirse. Tal actitud proteccionista y defensiva se enfrentó a quienes, en el extremo opuesto, se mostraban entusiasmados por el potencial ilimitado de los medios, considerados como una oportunidad para la democratización del saber y de la cultura, y como una expresión de la diversidad cultural y de la multiplicidad de manifestaciones sociales (Ferrés, 1994).


Ambas actitudes conviven aún hoy dentro de un mismo sistema educativo, e incluso, con frecuencia, dentro de una misma escuela. La educación en medios, sin embargo, no puede entenderse como protección, condena o idealización. Una educación en medios no basa sus principios en salvar o en proteger a los estudiantes. No se trata de censurar el placer ni de condenar a los alumnos por sus elecciones.


Los juicios lineales suelen expresar preconceptos que a menudo sólo consiguen alejar aún más al docente de los consumos culturales de sus alumnos. Las valoraciones anticipadas buscan cerrar las discusiones antes que abrirlas. El objeto de una educación en medios no tiene como punto de partida la condena o la idealización de los medios ni de los usos que las audiencias hagan de ellos.


El eje de esta enseñanza –digámoslo una vez más– no es condenar ni celebrar los gustos mediáticos de los niños o de los jóvenes. Por el contrario, la educación en medios busca entender esa relación, analizar la manera en que los medios representan la realidad, y el modo en que las audiencias incorporan y resignifican los mensajes.


Las divergencias: los enfoques.

Más allá de los consensos, la definición de una educación en medios suele ser motivo de debate internacional. Su significado y su objeto de estudio pueden ser muy diferentes según el país y los contextos social, político y cultural en los que se enmarque dicho abordaje. Hay quienes piensan una educación en medios centrada en el estudio de los efectos manipuladores sobre los chicos, en especial de la televisión. Son quienes sostienen que esa formación debe ocuparse de analizar la manera en que la violencia, el sexo y el racismo representados en los programas televisivos, en los periódicos, en las revistas, y, más recientemente en los videojuegos, se reflejan en el comportamiento de los chicos. Analizan, entonces, la manera en que los medios influyen en la conducta de los niños y de los jóvenes.


Esta corriente estudia los efectos de los medios de comunicación en las audiencias casi siempre de manera lineal y causal. La consecuencia es un enfoque más que todo normativo y de protección: las recomendaciones suelen centrarse en la necesidad de defender a los niños de los efectos amenazadores de los medios de comunicación.


Una segunda posición sostiene que la educación en medios debe entenderse como el análisis de las motivaciones personales de los chicos para la elección de sus gustos mediáticos. Así, los estudios que proponen se centrarán en explorar los consumos culturales de los jóvenes: programas de televisión que eligen, notas del periódico que leen, emisiones de radio que escuchan, revistas que compran, etc.


Sus investigaciones se preguntan qué ven, qué leen y qué escuchan los chicos; por qué seleccionan determinados consumos culturales y no otros; de qué manera se apropian de los mensajes de los medios y qué relación construyen los más jóvenes con la cultura. Se trata, por lo general, de estudios más cercanos a la sociología de la comunicación, y que proponen un enfoque reflexivo sobre la relación que construyen los niños y los jóvenes con los medios de comunicación. Una tercera tendencia propone una educación en medios cuyo eje es analizar el lenguaje de los medios, sus códigos y convenciones. Busca explorar la manera de nombrar y de decir el mundo.


Se pregunta, por ejemplo, qué palabras utiliza el periódico para hablar de un tema específico; por qué eligió un cuerpo de letra (tipografía) para el titular; a qué imágenes recurrió el noticiero televisivo para una información; dónde se ha ubicado la cámara para lograr un determinado plano; qué música utiliza la telenovela en su presentación; con qué intención, etc. Se trata de un enfoque semiológico que analiza el lenguaje de los textos mediáticos en función de las representaciones que transmite. Una cuarta y última corriente piensa la educación en medios a partir de las representaciones sociales que ofrecen para analizar su funcionamiento en el mundo real. Su propósito, en este caso, es entender los medios y las relaciones sociales en un contexto histórico y político específico.


De qué manera los medios de comunicación mantienen, consolidan o subvierten las relaciones sociales existentes, es uno de los interrogantes principales de dicha corriente. Trascender el texto hacia el contexto es el eje que propone este enfoque crítico. Los cuatro abordajes responden a posiciones muy diferentes y entienden de manera distinta la educación en medios. Hasta la década de los sesenta, la mayoría de los estudios y de las investigaciones giraba en torno a los efectos de los medios con base en metodologías cuantitativas: ¿cuánto tiempo de violencia ven los chicos en televisión por día y qué efectos provoca en sus conductas?


A partir de los ochenta se intensificaron las investigaciones cualitativas a través de las que se buscaba comprender la recepción de los mensajes. Los estudios de audiencia propusieron entonces analizar la manera en que los jóvenes se apropian de los medios, sin el estigma de los efectos negativos y lineales (de los medios a los niños), relegando la tradicional creencia del receptor pasivo y marginando concepciones conservadoras de la infancia. Los estudios sobre educación en medios comienzan a enfocarse interdisciplinariamente, e incluyen abordajes políticos, sociales y culturales con métodos más sofisticados y complejos. De cualquier manera, y dado que las divisiones en el tiempo nunca son tan exactas, es necesario aclarar que las cuatro corrientes conviven aún hoy en diferentes países, definiendo de manera distinta los alcances y los objetivos de una educación en medios en cada contexto.


El primer enfoque (el de los efectos) ha sido superado desde los ochenta en la mayor parte del mundo, a excepción de los Estados Unidos, donde este abordaje tiene todavía hoy una singular importancia.


El segundo enfoque (el reflexivo) responde a una dimensión sociológica, y, practicado en casi todos los países, es considerado como un insumo importante para la definición de las estrategias de una educación en medios. Entender la relación que los niños y los jóvenes construyen con los medios es fundamental para el diseño de esa enseñanza. Los dos últimos enfoques son los más extendidos para definir la naturaleza de una educación en medios. Por un lado, la enseñanza de los medios como análisis del lenguaje para entender las representaciones que conducen sus mensajes.


Por el otro, el abordaje crítico que busca ir más allá del texto para analizar las relaciones sociales en el universo real. Por ser precisamente los abordajes más extendidos, los analizaremos con más detalle.


Entre el texto y el contexto.

El análisis del lenguaje es quizá el enfoque más popular en la educación en medios. Explorar la manera en que se organiza el espacio en un programa televisivo, qué dicen los presentadores de un noticiero, cuál es la vestimenta de un determinado personaje en una telenovela, qué música acompaña a una escena concreta, con qué tipografía titula una noticia un periódico, cómo es su adjetivación, cuál es el diseño de la página, etc., son interrogantes que explora la educación en medios en este enfoque semiológico a fin de entender las representaciones que el lenguaje circula.


Este abordaje, si bien importante, es insuficiente y encierra no pocos riesgos. Al circunscribirse al lenguaje, se olvidan otras dimensiones también necesarias para una educación en medios. El abordaje semiológico del discurso suele quedarse en el texto, y olvida o evita el análisis del contexto de producción y de recepción de los mensajes. Los medios y sus significados son productos de un tiempo político y económico determinado, cuyo análisis no es posible desconocer. Los docentes que adoptan dicha posición (y que por lo general provienen del área de Lengua) suelen aplicar los mismos conceptos y categorías de análisis del discurso que utilizan en literatura para el análisis de las obras literarias (el estilo, la gramática, la construcción del personaje, la narración...).


Acostumbran adoptar un paradigma de diferenciación en la selección de los textos (medios buenos y medios malos, textos buenos y textos malos), y, en ciertos casos, evitan todo abordaje político, económico, cultural y social, que, sin embargo, no puede dejar de incluir el análisis de la cultura popular. El siguiente riesgo de una educación en medios basada sólo en el análisis del lenguaje es la inevitable enseñanza de los medios por separado. El lenguaje del periódico no es el mismo que el del cine, la radio o la televisión.


Así, en no pocos países existen instituciones que se ocupan sobre todo del periódico, separadas de aquellas que abordan el cine o la televisión. En esos casos no existe un programa integrador (de todos los medios), ya que el fin de la educación en medios –en esta percepción– es el lenguaje. Sólo podría pensarse una educación en medios (en plural) si el lenguaje fuese una herramienta (importante ciertamente), y el objetivo entender mejor el mundo (mediado y representado en los medios) en el que vivimos.


La fragmentación de medios no es un tema menor. En primer lugar, impide valorar la importancia de la interacción que existe entre los diferentes medios. Vivimos en una época de convergencia tecnológica, en la que las fronteras entre un medio y otro son muy sutiles. Es difícil entender un noticiero de televisión sin hacer referencia a la prensa escrita. La fragmentación de los medios impide un análisis de relación que exprese los vínculos dialécticos entre imágenes en movimiento, imágenes fijas, sonidos, música y palabras.


Del mismo modo, analizar la publicidad en campañas multimedia es imposible si no se toma esa dimensión relacional. Al tomar los medios por separado se dificulta también el análisis de las representaciones sociales, ya que tales representaciones suelen reforzarse entre los medios y dan lugar a valores y a estereotipos sólo comprensibles en el marco de un análisis integrado de todos los medios. Finalmente, parece difícil estudiar los medios como industrias y agencias (propiedad de los medios, nacimiento de los grupos y de las corporaciones, etc.), una variable fundamental para la comprensión de los mensajes si se toma a los medios por separado.


En la actualidad, las corporaciones nos recuerdan que las fronteras entre los medios de comunicación son cada vez más endebles. En el otro extremo de la cadena, la fragmentación en una educación centrada sólo en la prensa, en la televisión o en el cine impide un análisis profundo de las audiencias, ya que casi nadie es usuario exclusivo de un único medio de comunicación. Las personas utilizan los medios como sistemas interrelacionados. Una vez más, dividir el análisis por medio de la comunicación sólo tiene sentido si el objetivo es el lenguaje, no si el mensaje es un paso para ir más allá. Una semiología que se precie de semiología social debe trascender el texto hacia el contexto y hacia las relaciones sociales del mundo real.


Representación, poder e identidad.

¿Qué es entonces una educación en medios? Volvamos a nuestra definición original. La educación en medios consiste en analizar la manera en que los medios de comunicación (en plural y de manera integrada) construyen el mundo y se presentan como mediadores entre el universo y nosotros. Los medios de comunicación no sólo nos ayudan a saber más sobre el mundo, sino también a darle un determinado significado.


Buscan estructurar nuestra comprensión del universo, incluyendo y excluyendo realidades, y ofreciendo mapas y códigos que marcan nuestro territorio. Los mensajes de los medios llevan consigo mecanismos significadores que estimulan ciertas manifestaciones y suprimen otras. En la representación reiterada de temas y de grupos sociales, los medios de comunicación buscan naturalizar el mensaje y simbolizar un determinado grupo social o un tema como normal y aceptable para el sentido común.


Los medios ejercen tres formas de poder: la primera es el poder de establecer la agenda (agenda setting), es decir, la capacidad que tienen para decidir, por inclusión o por exclusión, de qué se habla en los medios, y, en general, en la sociedad. La segunda es el poder de definir. Ya no se trata de decidir qué será representado sino cómo, es decir, la manera en que se habla de un tema o de un grupo social determinados.


La tercera forma en que se puede manifestar el poder en los medios es mediante la representación de la normalidad. La repetición constante de una manera de hablar acerca de un grupo social en los medios puede llevar a considerarla como natural y normal para todos. Los medios de comunicación fijan agendas, producen significados, forman opinión y construyen identidades. El impacto social de los medios es indiscutible. Sin embargo, las audiencias no son pasivas.


No es posible hablar de una interpretación automática o de una decodificación de mensajes idéntica a la propuesta por el emisor. La relación entre el poder de los medios y la capacidad del receptor para resignificar el mensaje es siempre dialéctica. En la recepción y en el consumo, contrariamente a las connotaciones pasivas, ocurren movimientos de asimilación, de rechazo y de negociación de lo que los emisores proponen. Cada objeto destinado a ser consumido es un texto abierto que exige la cooperación del lector, del espectador, del usuario, para ser completado y significado. Todo bien es un estímulo para pensar, y, al mismo tiempo, un lugar imprevisto en el cual los receptores generan sentidos inesperados. Los mensajes se producen con instrucciones más o menos veladas, con dispositivos que inducen a lecturas.


El receptor no es un creador puro, pero tampoco el emisor es omnipotente (García Canclini, 1999). Por eso, analizar en esta perspectiva la cultura popular no es explorar la suma mecánica de los ofrecimientos de una industria cultural, sino estudiar la manera en que las audiencias los asumen y transforman.


Al cine la gente va a verse en imágenes que le proponen al público modos de hablar, de moverse, de reconocerse. Se trata de analizar la producción y la recepción de una historia cultural que contextualiza ambas prácticas, a fin de comprender las formas de agrupación social y las de identidad que los medios contribuyen a legitimar. (Martín-Barbero, 1999). La educación en medios, en este enfoque, promueve la reflexión de los alumnos en dos direcciones. Por un lado, analiza el papel de los medios como agenda pública para interrogar la manera en la que se definen las representaciones sociales, y para analizar el modo en que deciden lo que es normal y lo que queda excluido de esa normalidad.


La educación en medios propone entonces estudiar el poder de esos medios: sus temas recurrentes, la presentación de los mensajes, los mecanismos significadores, el discurso, los códigos de naturalización, etcétera. Por otro lado, la educación en medios busca analizar también el contexto de recepción y las prácticas de deconstrucción de los mensajes, a fin de comprender en qué situaciones eligen las audiencias la lectura ofrecida por los medios, y en qué condiciones se dan prácticas de decodificación alternativa o de oposición.


Este enfoque de educación en medios analiza la manera en que, a partir de las representaciones mediáticas, los receptores llegamos a aceptar como naturales ciertos juicios acerca de nosotros mismos y de los otros, cuando nosotros o ellos estamos representados en los medios. Se trata de una educación que propone problematizar las representaciones sociales –la nuestra y la de los otros– en los medios y en la sociedad.


En esta perspectiva, la educación en medios analiza la construcción de la identidad en los medios (la mujer, el hombre, la familia, la pobreza, el negro, el indígena, el europeo, el africano) para comprender mejor la relación entre esas representaciones y el mundo real. Los medios de comunicación participan en la construcción de nuestra identidad. Influyen sobre nuestra noción de género, sobre nuestro sentido de clase, raza o nacionalidad; sobre quiénes somos nosotros y quiénes son ellos.


Las imágenes de los medios de comunicación organizan y ordenan nuestra visión del mundo y nuestros valores más profundos: lo que es bueno y lo que es malo, lo que es positivo y lo que es negativo, lo que es moral y lo que es amoral. Los medios nos indican cómo comportarnos ante determinadas situaciones sociales; nos proponen qué pensar, qué sentir, qué creer, qué desear y qué temer. Nos enseñan qué es ser hombre y qué es ser mujer; cómo vestirnos, qué consumir, de qué manera ser popular y evitar el fracaso; cómo reaccionar ante grupos sociales diferentes al nuestro y de qué modo responder a normas, instituciones y valores sociales.


Las representaciones en los medios producen significados a través de los cuales damos sentido a nuestra experiencia personal y a nuestra función social. Contribuyen a la construcción de la identidad individual y colectiva, ofreciendo respuestas a preguntas tales como quién soy, quién podría ser y qué quiero ser (Hall, 1997). Los medios, como sistemas de representación, construyen lugares y espacios desde donde los individuos pueden ubicarse y hablar. Nos dicen qué significa ocupar y pertenecer a una posición y a una identidad particulares, y qué se siente al estar excluido de ellas. Proponen sistemas de clasificación y establecen los límites simbólicos entre lo que se incluye y lo que se excluye. Sugieren lo que es normal y definen quién pertenece y quién está fuera de esa normalidad.


Así, una educación en medios propone analizar la manera en la que los medios construyen identidades (nosotros y ellos; yo y el otro) a través de representaciones, en un abordaje que incluye una lectura ideológica del discurso, para luego explorar el modo en el que las audiencias olvidan que esas representaciones son construcciones y las integran natural y normalmente a su vida cotidiana. Una formación en medios, en suma, es una pregunta constante sobre la manera en la que damos sentido al mundo, y el modo en que otros (los medios) le dan sentido para nosotros. Es interrogar en interés de quiénes operan las representaciones en los medios, qué intenciones persiguen, y qué dicen (y no dicen) de nosotros y de ellos (Ferguson, 1997).


La educación en medios busca comprender la representación del mundo en ellos, para pensar mejor nuestra propia ubicación en ese universo de representaciones, y, sobre todo, en el mundo real. Una educación en medios no se contenta con el análisis de los textos; propone una reflexión crítica sobre los medios y sobre las relaciones sociales representadas en sus mensajes.


Una educación en medios significa desafiar las representaciones tal como aparecen en los medios. ¿Representan los medios a personas como yo? ¿De qué manera? ¿Y a las personas que no son como yo? ¿Qué dicen y qué no dicen de mí y de ellos? ¿Cómo piensan los medios que soy? ¿Por qué? La educación en medios supone que los alumnos descubran y analicen dónde están en ese mundo de representaciones, para poder definir después su relación con el mundo real y participar en su transformación.


El lugar de la escuela.

¿Cuál es el lugar de la escuela en esta perspectiva de educación en medios? El desarrollo de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información han llevado a considerar la necesidad de preparar a los jóvenes para que puedan relacionarse críticamente con dicho entorno mediático (Piette, 1996).


La escuela no puede tomar a los medios como epifenómenos en el proceso de socialización de los niños. Los estudiantes están siendo formados en la intersección del texto escrito, la imagen electrónica y la cultura popular.


Los centros comerciales, la televisión, la música, las historietas, el cine, los videojuegos y otras expresiones de la cultura popular deben convertirse en objetos de conocimiento escolar. La pedagogía debe redefinir su relación con la cultura y servir como vehículo para su interpretación y mutua potenciación. La educación, entendida como práctica cultural, necesita abrir nuevos espacios en los que los alumnos puedan experimentar y definir qué significa ser productores culturales, ser capaces de leer diferentes textos, y, por supuesto, de producirlos (Giroux, 1996).


La escuela debe enseñar a analizar la manera en que esos textos construyen voces e historias, y el modo en que los alumnos se sitúan dentro de esas historias. Una buena enseñanza es la que se toma en serio la vida de los alumnos. Hablamos de una educación que recupere las experiencias de los estudiantes analizando las formas en que moldean su identidad. De eso trata una educación con sentido: de analizar las experiencias de los estudiantes dentro de un contexto social y político más amplio. Los alumnos tienen recuerdos, familias, religiones, sentimientos, lenguajes y culturas que les dan voz. Podemos asumir estas experiencias de manera crítica e ir más allá de ellas. Pero no podemos negarlas.


Al ser capaces de escuchar las voces de sus alumnos, los docentes se convierten en cruzadores de fronteras (Giroux, 1997) que cuestionan los límites culturales existentes, configuran otros nuevos y permiten que sus alumnos participen en su creación. La incorporación de la cultura popular a la escuela puede ayudar a los alumnos a entender quiénes son, cómo se definen socialmente, y cómo es y cómo funciona la sociedad en la que viven (Morduchowicz, 2001).


Tomar en cuenta la cultura popular, que es también la cultura en la que se definen con frecuencia los chicos y los jóvenes a sí mismos, ofrece a los alumnos oportunidades para distanciarse de la literalidad de los mensajes y para comenzar a construir una nueva relación con los medios de comunicación, con la cultura, con la escuela y con el conocimiento.


Invita a los maestros a tomar en cuenta, a valorar y a resignificar los lenguajes, las necesidades, los deseos y las experiencias de los chicos en relación con la cultura cotidiana, con aquella que viven fuera de la escuela. La pedagogía es, finalmente, la manera a través de la cual aprendemos a vernos a nosotros mismos en relación con el mundo. Ese es el desafío para la escuela actual: integrar la multiplicidad de espacios en los que se produce dicho aprendizaje.


Bibliografia.


Ferguson, Robert (1997): "Moyens de communication de masse, éducation et démocratie", en Revue de diffusion des savoirs en éducation, núm. 14, París, Education.— (1994): "Debates About Media Education and Media Studies in the UK", en Critical Arts Journal, vol. 8, Durban University of Natal.


Ferrés, Joan (1994): Televisión y educación, Barcelona, Paidós. García Canclini, Néstor (1999): El consumo cultural: una propuesta teórica, Bogotá, Convenio Andrés Bello.


Giroux, Henry (1997): Cruzando límites. Trabajadores culturales y políticas educativas, Barcelona, Paidós.


— (1996): Placeres inquietantes. Aprendiendo de la cultura popular, Barcelona, Paidós.


Hall, Stuart (1997): Representation. Cultural Representations and Signifying Practices, Londres, Sage Publications.


Martín-Barbero, Jesús (1999): Recepción de medios y consumo cultural: travesías, Bogotá, Convenio Andrés Bello.


Masterman, Len (1993): La enseñanza de los medios de comunicación, Madrid, Ediciones de la Torre.


Morduchowicz, Roxana (2001): A mí la tele me enseña muchas cosas, Buenos Aires, Paidós.


Piette, Jacques (1996): Education aux médias et fonction critique, París, L´Harmattan.


Fuente:Visite esta página para apreciar eldocumento. Para más información contacte a:Roxana Morduchowicz.E-mail: ute@ute.org.ar En La Iniciativa de Comunicación desde April 11 2004.


Actualizado en April 11 2004.

Video: Beyond the Frame

Serie de entrevistas que analizan la posición y uso de los medios bajo un enfoque crítico. Pertenece a una serie de video que circulan en la red donde se trata de analizar la función social de los medios y su posición ideológica.


(This DVD compilation offers a series of stand-alone interviews with some of the most prominent scholars, experts, and activists in political and social thought that critique mainstream media's coverage of the war on terrorism. This accessible format is designed to allow educators to bring the voices of these cultural analysts directly into their classrooms.

Launched in September 2001, Beyond the Frame is a series of interviews with leading scholars, experts, and activists offering alternative perspectives on the 9/11 tragedy and its aftermath. Originally a web-only project, the interviews were(and continue to be) available free of charge via streaming video through MEF's website. The project was a response to MEF's alarm at the dangerously restricted range of views presented by the mainstream media, largely confined to the opinions of political elites and a commercial frame dependent on advertisers and ratings.

Featuring some of the most prominent names in political and social thought, the site has been accessed to date by tens of thousands of people seeking alternatives to mainstream media coverage in a post-9/11 world. Created in response to educator requests, the DVD will allow these interviews to be shown in the classroom.

Featuring Interviews with: Seth Ackerman, Belquis Ahmadi, Joan Blades, Maliha Chishti, Noam Chomsky, Jo Commerford, Kevin Danaher, Cynthia Enloe, Henry Giroux, Janine Jackson, Robert Jensen, Sut Jhally, Darryl Kimball, Michael Kimmel, Mhahsa Khanbabai, Naomi Klein, Manning Marable, Mark Crispin Miller, Bernie Sanders, Ritu Sharma, Vandana Shiva, and Alisa Solomon. )

Video: Mickey Mouse Monopoly: Disney, Childhood & Corporate Power

Interesante ver cómo siguen vigentes los modelos de análisis mediáticos que retoman el análisis del emisor y de los contenidos para hablar de las industrias culturales, la dominación ideológica y el imperialismo cultural. Material seguramente de valía para los seguidores de la escuela crítica.


(The Disney Company's massive success in the 20th century is based on creating an image of innocence, magic and fun. Its animated films in particular are almost universally lauded as wholesome family entertainment, enjoying massive popularity among children and endorsement from parents and teachers.

Mickey Mouse Monopoly takes a close and critical look at the world these films create and the stories they tell about race, gender and class and reaches disturbing conclusions about the values propagated under the guise of innocence and fun. This daring new video insightfully analyzes Disney's cultural pedagogy, examines its corporate power, and explores its vast influence on our global culture. Including interviews with cultural critics, media scholars, child psychologists, kindergarten teachers, multicultural educators, college students and children, Mickey Mouse Monopoly will provoke audiences to confront comfortable assumptions about an American institution that is virtually synonymous with childhood pleasure.

Interviewees include Henry Giroux, Diane Levin, Gail Dines, Elizabeth Hadley, Carolyn Newberger, Alvin Poussaint, and Justin Lewis.)


Video: Culture, Politics & Pedagogy: A Conversation w/ Henry Giroux

Educación y democracia. Entrevista con Henry Giroux quien habla del papel de los medios en los procesos de construcción política.


(An active citizen, says the prolific and influential Henry Giroux, is "somebody who has the capacity not only to understand and engage the world but to transfom it when necessary, and to believe that he or she can do that." In this provocative new interview, Giroux speaks with passion about the inextricable links between education, civic engagement, and social justice. Strongly influenced by Paulo Freire, the Brazilian scholar of progressive education, Giroux advocates for a pedagogy that challenges inequality, oppression, and fundamentalism. Essential viewing for students of education, cultural studies, and communication. (more))

Video: Killing Us Softly 3: Advertising's Image of Women

Un ejemplo más de los ejercicios en Educación para el consumo en le que se habla de la imagen femenina en la publicidad. Interesante ejercicio videográfico

(Jean Kilbourne's pioneering work helped develop and popularize the study of gender representation in advertising. Her award-winning Killing us Softly films have influenced millions of college and high school students across two generations and on an international scale. In this important new film, Kilbourne reviews if and how the image of women in advertising has changed over the last 20 years.

With wit and warmth, Kilbourne uses over 160 ads and TV commercials to critique advertising's image of women. By fostering creative and productive dialogue, she invites viewers to look at familiar images in a new way, that moves and empowers them to take action.)

Video: No Logo: Brands, Globalization & Resistance

Navegando por Youtube esta semana me encontré este material que me pareció interesante compartir con todos ustedes.

(From ChallengingMedia
In the age of the brand, logos are ev... In the age of the brand, logos are everywhere. But why do some of the world�s best-known brands find themselves on the wrong end of the spray paint can � the targets of anti-corporate campaigns by activists and protestors?No Logo, based on the best-selling book by Canadian journalist and activist Naomi Klein, reveals the reasons behind the backlash against the increasing economic and cultural reach of multinational companies. Analyzing how brands like Nike,The Gap, and Tommy Hilfiger became revered symbols worldwide, Klein argues that globalization is a process whereby corporations discovered that profits lay not in making products (outsourced to low-wage workers in developing countries), but in creating branded identities people adopt in their lifestyles.Using hundreds of media examples, No Logo shows how the commercial takeover of public space, destruction of consumer choice, and replacement of real jobs with temporary work � the dynamics of corporate globalization � impact everyone, everywhere. It also draws attention to the democratic resistance arising globally to challenge the hegemony of brands.)

Propuesta de un modelo global de educación de medios de comunicación: apuntes sobre la elaboración de materiales curriculares para la Educación Secund


Ana Luisa Sanabria Mesa
Fátima Castro León
Dpto. de Didáctica e Investigación Educativa y del Comportamiento
Universidad de La Laguna


1. INTRODUCCIÓN: MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL, TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN
Los medios de comunicación social se integran dentro del ámbito de la Tecnología Educativa y así lo avalan el número de investigaciones y publicaciones existentes al respecto. Dentro de este ámbito de conocimiento, como medios que representan simbólicamente la realidad a través de un conjunto de códigos que le son característicos, son considerados como tecnologías de la información que lejos de ser abolidas por las innovaciones técnicas, se rejuvenecen y se actualizan (Cebrian,1992).


En cuanto a una integración en el curriculum, nos encontramos su presencia tanto desde dimensiones políticas como desde algunos centro y aulas. Sin embargo a pesar de estas experiencias y su presencia en los curricula, se puede afirmar que el modelo de comunicación e información que utiliza la escuela se remonta al Renacimiento con el descubrimiento de la imprenta y la tecnología impresa (Corominas,1994); lo que podría suponer su consideración, en el contexto escolar, como de nuevas tecnologías, independientemente de que en el contexto social como nuevas tecnologías de la información y comunicación se haga referencia a la informática y telemática.

Si partimos de que los modelos de comunicación condicionan la información que circula en ella y sus códigos culturales vienen afectados y generados por este modelo, que condiciona a la vez la manera de pensar y sentir de los individuos (Corominas,1994;9), y tenemos en cuenta los cambios en los modelos de comunicación que se están operando en la sociedad actual, frente al anquilosamiento del modelo de comunicación que caracteriza a la educación escolar, se entiende la necesidad de un cambio en las funciones sociales y educativas de las instituciones escolares. Se demanda que frente a la transmisión de información, desde la escuela se debe enseñar a organizar, seleccionar y estructurar las informaciones que proporcionan estos medios, al tiempo que se debería paliar las desigualdades que generan las nuevas tecnologías de la información y comunicación permitiendo y facilitando el acceso, dominio y conocimiento de las mismas.

2. LOS DISTINTOS ENFOQUES ACERCA DE LA EDUCACIÓN DE MEDIOS: EL AYER Y EL HOY DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA EDUCACIÓN ESCOLAR
Autores como Aparici (1995), Masterman (1985) han propuestos una serie de enfoques caracterizados por la forma de percibir los medios y su incidencia en el ámbito escolar. Retomando la clasificación de Masterman y trasladando su propuesta a las experiencias que sobre medios de comunicación se han realizado en el contexto español, nos encontramos prácticamente con las mismas tendencias:


* Los medios como agentes de decadencia cultural. Donde los medios de comunicación -sobre todo los audiovisuales, en auge en ese momento- son considerados portadores de una cultura de segunda clase frente a la cultura literaria contenida en los libros, al difundir costumbres, ideas y valores antagónicos a los tradicionales.

Los denominados "males sociales" son considerados causa-efecto del tipo de programa y de la cantidad de horas de consumo ante estos medios. La respuesta de la escuela debe ser, por tanto, la de arremeter contra este tipo de cultura, oponiéndola a la literaria, y enardeciendo ésta última y sus valores tradicionales representativos de la institución escolar.

* Los medios como formas de arte popular. Desde este enfoque se comienza a considerar a los medios de comunicación, en concreto los audiovisuales, como agentes culturales. Determinados programas, sobre todo películas, son considerados obras de arte; pero no todos los géneros y programas merecen dicho calificativo: existen "buenas y malas" películas. En este sentido se hace necesario saber discriminar unas de otras, y debe ser la institución escolar desde donde se enseñe a los niños y jóvenes como consumidores selectivos de medios de comunicación. Dicha discriminación se hace, no desde el conocimiento y la comprensión de las características de los medios audiovisuales sino desde los propios valores y características del modelo de comunicación dominante en la escuela, representado por los medios impresos y que han condicionado toda la cultura escolar.

* Los medios como ayuda del aprendizaje y como divulgadores del conocimiento y de la experiencia. Desde este enfoque se conceptualiza a los medios como fuentes no problemáticas de experiencias y conocimiento y se considera que los medios pueden potenciar el aprendizaje escolar. Pero para ello es necesario diferenciar cuando el uso puede ser considerado educativo y no educativo, y cuando un programa puede ser utilizado para este fin.

En esta diferenciación se tiene que detener la escuela, el profesor debe de proporcionar una gama amplia y variada de experiencias de aprendizaje y los medios de comunicación pueden facilitar esta labor, pero estableciendo la diferencia entre los programas educativos que pueden y deben utilizarse en los procesos de enseñanza-aprendizaje, de aquellos otros cuya simple función es el entretenimiento, por lo que no tienen sentido usar en las experiencias de aprendizaje escolar.


* Los medios como agentes de comunicación. Este enfoque engloba la proliferación de asignaturas, cursos y títulos bajo el rótulo de "técnicos o especialistas en comunicaciones", y que responden más a intereses industriales que a una educación crítica de los medios como agentes de comunicación.

En una publicación posterior Materman (1983) habla del enfoque de la representación, y excluye de esta nueva propuesta el enfoque de los medios como ayuda del aprendizaje y como divulgadores del conocimiento y de la experiencia. Este es el enfoque que consideramos relevante para la propuesta de un modelo global de educación de medio, por dos razones: una por sus propias características y otra por el desarrollo peculiar que ha tenido en nuestro contexto español.

Masterman (1983) caracteriza a este nuevo enfoque por sostenerse en las aportaciones de la semiótica con el concepto de REPRESENTACIÓN, y de la sociología con el concepto de IDEOLOGÍA. De la semiótica se retoma la idea de que los medios proporcionan una representación codificada simbólicamente de la realidad; y de la sociología los mecanismos de reproducción de la ideología, retomando el pensamiento de A. Gramsci.

En el caso concreto del contexto español se podría quizás afirmar que no se trata tanto de dos enfoques diferentes sino de una evolución del primero, en el sentido de que partiendo de las potencialidades educativas de determinados documentos audiovisuales -los considerados didácticos y educativos- se retoman las aportaciones de la semiótica; y sólo en un segundo momento se consideran los procesos de reproducción de las ideologías a través de los medios, donde quizás se abandona más el interés por diferenciar entre lo educativo y no educativo de los contenidos y uso de los medios de comunicación.

Por lo tanto podría decirse que el denominado enfoque de la representación en el contexto español, tiene dos fases:

La primera fase todavía asentada en las bases teóricas de los medios como ayuda al aprendizaje y como divulgadores del conocimiento, recogen y desarrollan el concepto de representación de la semiótica y definen a los medios como representaciones simbólicas de la realidad. Comienza a desarrollarse experiencias, investigaciones y publicaciones en torno a los medios audiovisuales como novedad dentro del campo educativo: las potencialidades de la televisión y el vídeo, la elaboración, diseño y producción de medios audiovisuales; la selección, uso y evaluación de videos didácticos y otros medios audiovisuales; los efectos sobre el aprendizaje de los alumnos-as... Son representativos autores como Cabero Almenara, Juan de Pablo, Cebrián de la Serna, Gallego A., Alonso y Gallego, Ferrer, Corominas, Ballesta,.... En estos momentos y dentro de las investigaciones educativas referidas a los medios de comunicación, se produce el despegue y desarrollo de los medios audiovisuales; la radio, el cine y la prensa aunque sin dejar de ser objeto de investigaciones y experiencias educativas quedan acallados quizás por la relevancia social de la que son objetos la televisión y el vídeo en ese momento.

La segunda fase de este enfoque, es cuando se retoman las aportaciones de la sociología y la idea de los mecanismos de reproducción ideológica. Se caracteriza por considerar que las representaciones de la realidad y la aparente naturalidad con la que se presenta la realidad en los medios frente a su no objetividad y neutralidad, conduce a entender y explicar los medios no como fuentes fidedignas de la realidad sino como recursos de penetración e inculcación ideológica.


Se considera que la escuela no es la única institución que desarrolla una función educativa. Las sociedades han experimentado un desarrollo vertiginoso en las tecnologías de la información y la comunicación que está afectando a todas las esferas y ámbitos sociales. La institución escolar, aunque parece inmutable, precisa de una revisión de sus funciones sociales y educativas, que comparte cuando no compite, con las tecnologías de la información y la comunicación.


La respuesta que se demanda desde este enfoque es la de educar a las nuevas generaciones como espectadores, lectores y oyentes críticos. Y en este contexto surgen investigaciones, publicaciones y se desarrollan propuestas educativas referidas a estudio de la radio, otras a la prensa (Proyecto Prensa-Escuela, colectivos, revistas...), y otras referidas a la televisión y el vídeo o al cine. Estas últimas se suelen caracterizar por demandar la necesidad de alfabetizar a los alumnos en los códigos audiovisuales, que los alumnos-as aprendan a leer y transmitir información mediante estos códigos. Se considera, por tanto, que esta formación audiovisual les permitirá un uso crítico de dichos medios, desde una doble vertiente de emisores y receptores de estos medios.

En resumen, podemos decir que en la actualidad, en el contexto español, los medios de comunicación son definidos como representaciones de la realidad y como recursos de penetración ideológica, y que se están elaborando y desarrollando propuestas de una educación crítica desde cada medio de comunicación: radio, cine, televisión fundamentalmente.

3. LA PROPUESTA DE UN MODELO GLOBAL DE EDUCACIÓN DE O PARA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (EMC)
Este modelo denominado "educación de o para los medios de comunicación" tiene su origen en el movimiento anglosajón conocido como "Media Education". Se caracteriza por partir de las aportaciones del enfoque de la representación, lo que significa que la plataforma teórica se encuentra sustentada por procesos y conceptos como la REPRESENTACIÓN, REPRODUCCIÓN Y AUDIENCIA. Definen a los medios de comunicación como instituciones sociales, políticas y económicas, lo que suponer entender que la dimensión educativa y cultural que les caracteriza no puede desvincularse de los contextos sociales en los que se encuentra inmersa las empresas de medios. Se caracterizan también por entender que los mecanismos de reproducción ideológica no son directos ni desde las esferas políticas a las instituciones de los medios, ni de las instituciones de los medios a las audiencias. Lo que implica que frente a una concepción de las AUDIENCIAS como receptoras pasivas de mensajes -de ahí la preocupación y el estudio de los efectos de los mensajes sobre los niños y jóvenes- , se las define como receptoras activas de los mensajes, lo que supone entender que los "significados" son producto de una relación dialéctica entre los mensajes de los medios y las audiencias.

A partir de estas características se plantea la necesidad de elaborar propuestas globales de educación de medios de comunicación social donde, a diferencia de las propuestas particularista de la educación crítica de los medios, se proponga la necesidad de un tratamiento conjunto de todos los medios de comunicación bajo una misma propuesta educativa. Los medios son instituciones sociales, políticas y económicas y como tales es necesario investigarlos y estudiarlos, sin que ello implique el no reconocimiento de sus peculiaridades tecnológicas y lingüísticas.

A partir de esta plataforma conceptual, se entiende que cualquier propuesta de educación de o para los medios de comunicación debe partir del estudio e investigación de una serie de ámbitos que aportarían un bagaje teórico necesario para poder afrontar su elaboración y diseño. Estos ámbitos son (Masterman, 1983a):

- Las fuentes, los orígenes y factores determinantes de las construcciones de los medios. Donde se trataría de proporcionar conocimiento acerca de cómo funcionan las instituciones de los medios, cómo construyen el significado, cómo se estructura, qué factores las condicionan, a qué tipo de leyes están sujetas, quiénes son sus fuentes principales de información,.... Con ello se dispondría de conocimiento acerca de las razones y factores que explican que los documentos de los medios son de una determinada forma, sobre el marco legal, económico y estructural de las instituciones de los medios.

- Las técnicas y los códigos empleados en la presentación de la realidad: ¿Cómo producen los documentos?, ¿cómo y con qué criterios se selecciona la realidad?, ¿qué dice el documento?, ¿cómo está organizado?, ¿qué efectos consigue y cómo los producen?... Lo que aportaría conocimiento acerca de los códigos y técnicas que cada medio emplea en los procesos de representación de la realidad.

- Los valores implícitos en las representaciones de los medios. Dentro de este ámbito se trabajaría el papel ideológico de los medios, a partir del cual se pueden proponer conocimientos acerca de los procesos de reproducción, las relaciones entre las empresas de los medios y el Estado, las relaciones entre la ideología dominante, la ideología de las empresas de los medios y la denominada ideología "subordinada"...

- Las maneras en que las audiencias leen y reciben las construcciones de los medios: El papel que juegan las audiencias en las instituciones de los medios, desde el ámbito político y económico. Desde donde se aportaría conocimiento acerca de las relaciones dialécticas entre los documentos de los textos y las audiencias; y las audiencias como productos que comercializan los medios de comunicación: los medios de comunicación como "industrias de concienciación", cuyo producto principal es la gente que está dispuesta a comprar bienes de consumo y a pagar impuestos y a trabajar en trabajos alienantes para poder seguir comprando mañana (Masterman, 1985).

4. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA: LA PROPUESTA ACTUAL Y APUNTES PARA UNA PROPUESTA EDUCATIVA DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Para el análisis de la propuesta hemos partido del Diseño Curricular Base de Canarias en esta etapa educativa, completándolo con algunos ejemplos de experiencias de aula que fueron presentadas a las Primeras Jornadas de Educación y Medios de Comunicación, celebradas en junio de 1997 en Tenerife.


Del diseño curricular se realizó un análisis de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación, de cada una de las áreas de esta etapa educativa, seleccionando aquellos en los que aparecía la presencia de los medios de comunicación.

Las áreas que recogían algún aspecto de los medios de comunicación fueron: Ciencias Sociales, Geografía e Historia, los medios de comunicación como fuentes de información; Educación Plástica y Visual, donde se trabaja la imagen; Música con el sonido; y Lengua y Literatura dentro de los sistemas de comunicación. Todas se plantean como propósito el desarrollo de actitudes crítica ante los medios; y en el caso concreto de la Educación Plástica y Visual, en Lengua y Literatura se considera necesario el estudio de los códigos, de los recursos expresivos y lingüísticos de los medios de comunicación, con el objeto de que se disponga de las herramientas necesarias para hacer un uso crítico de los mismos.


En cuanto a las experiencias prácticas referidas a la etapa de secundaria obligatoria presentadas a las I Jornadas de Educación y Medios de Comunicación, nos encontramos la presencia de los medios como objeto de estudio en el Área de Lengua y Literatura, donde se recoge la publicidad como bloque de contenido desde su dimensión económica e ideológica. Las propuestas educativas se caracterizan por el propósito de educar a los alumnos-as como emisores y receptores críticos de estos medios. Se entiende la educación para el desarrollo de actitudes críticas como el análisis de los códigos y contenidos con los que se representa la realidad.


Como conclusión al análisis de los D.C.B. y de las experiencias prácticas presentadas en las Jornadas, se podría decir que la concepción de la educación de medio que subyace, comparte las características principales del enfoque de la representación, sobre todo las referente a la primera fase caracterizada por la incorporación de las aportaciones de la semiótica. Por otro lado, también podemos constatar que presentan, como característica del desarrollo de este enfoque en el contexto español, el hecho de plantear la educación para los medios desde el tratamiento particularista: la prensa y la televisión fundamentalmente.

¿Cuál es la propuesta de un modelo global de educación para los medios?, ¿qué camino seguir en la elaboración, diseño y producción de materiales curriculares?... Nuestra propuesta es que partiendo y recogiendo toda la trayectoria teórica y práctica que se está desarrollando en nuestro contexto español, y que hemos centrado fundamentalmente en el enfoque de la representación, se comienza a trabajar en propuestas de modelos educativos cuyo esquema de trabajo parte de los ámbitos de estudio e investigación propuestos por Masterman (1985). Ámbitos necesarios si compartimos la conceptualización de los medios de comunicación social como empresas o instituciones sociales, políticas y económicas, que no pueden ser definidas como "ventanas al mundo" sino como representaciones de ese mundo, que contienen valoraciones implícitas, y que juegan un papel fundamental en los procesos y mecanismos de reproducción social.

En este sentido contamos con propuestas de trabajo de como las del Grupo Pedagógico Andaluz "Prensa y Educación", proyectos de investigación como el desarrollado en Canarias con el título La Educación para los Medios de Comunicación como tema transversal..., que aunque centrados en la etapa de primaria, parten de esta plataforma teórica, por lo que suponen un bagaje a tener en cuenta a la hora de trabajar propuestas educativas para la Educación Secundaria Obligatoria.
Se trataría, por tanto, de estudiar e investigar los ámbitos propuestos por Masterman (1983a) para lo que contamos con todas las aportaciones anteriores, y elaborar a partir ahí una propuesta de educación de medios de educación para la E.S.O, donde se recojan todos los medios incluidos bajo esta categoría: prensa, radio, televisión y cine.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
AGUADED GÓMEZ, I (1995): "La educación de medios: más allá de la transversalidad", en Comunicar, 4, pp.111-114.
APARICI, R. (Coord) (1993): La revolución de los medios audiovisuales, Madrid, Ediciones la Torre.
APARICI, R. (1995): "La enseñanza de los medios", en Cuadernos de Pedagogía, 241, pp.10-13.
CEBRIÁN DE LA SERNA, M. (1992): La televisión, crecer para ver, Málaga, Clave Aynadamar.
COROMINAS, A. (1994): La comunicación audiovisual y su integración en el curriculum, Barcelona, Graó-ICE.
FERRER, J. (1994): Televisión y educación, Barcelona, Paidós.
MASTERMAN, L.(1993): La enseñanza de los medios de comunicación, Madrid, Ediciones la Torre.
MASTERMAN, L.: "Media Education in the 1980s", en Journal of the University Film and Video Association,35 (3),1983a, pp. 44-58.
VARIOS: La educación para los medios de comunicación como tema transversal. Elaboración de una guía curricular para el profesorado de Educación Primaria. Proyecto de investigación, (inédito), La Laguna.

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Educación y medios


Por Alfredo Elejalde F. Lima, Octubre de 1996.
(17-07-2003)
url
http://macareo.pucp.edu.pe/~elejalde/ensayo/edumedios.html



Introducción :
La relación entre el uso del lenguaje y el desarrollo de las capacidades intelectuales y emocionales del usuario es más estrecha de lo que se deduce de la lectura de los libros de texto escolares. Después de un examen de algunos de los libros más difundidos en la enseñanza escolar media de nuestro país, y de algunas reflexiones producto de la experiencia docente en colegios, institutos superiores y universidades, me he animado a escribir estas líneas con la intención de abrir el debate.



El lenguaje y el pensamiento se relacionan fuertemente. Desde algunas perspectivas, aquél es expresión de éste; desde otras, son lo mismo. En cualquier caso convendremos que la claridad de la expresión verbal debe idealmente acompañarse de la claridad del razonamiento, o viceversa. Esto no siempre es así. Hay personas brillantes incapaces de verbalizar inteligiblemente su pensamiento, y hay también una gran masa de individuos que no tiene el problema de exponer coherentemente sus argumentos porque simplemente no ha llegado al nivel de la argumentación. El sistema educativo es una de las causas de esta situación: por un lado, aquéllos que sí argumentan y se expresan con fluidez están atrapados pues no se favorece el mantenimiento y desarrollo de sus cualidades; por otro, a los que fallan en la expresión o la argumentación o ambos no se les permite superar sus deficiencias. El estudiante está atrapado y cuando se gradúe seguirá así.


Los escritos de los alumnos de los Estudios Generales (1), por ejemplo, no muestran ni conocimiento del tema ni un aceptable manejo del lenguaje. Sus problemas usuales son: tendencia a la síntesis, ausencia de explicaciones, inexistencia de demostraciones, incoherencia temática, sintaxis caótica, puntuación confusa, mala comprensión de la bibliografía, y un largo etcétera. Creo yo que sí es posible lograr que una persona mejore substancialmente el nivel de su expresión escrita sin salir de los límites del sistema educativo. Con este objetivo en mente, en las líneas siguientes mostraré de qué manera la metodología de la enseñanza del lenguaje y la literatura en el colegio, y algunas veces en las universidades, fomenta el caos y la disgregación de la estructura de los escritos de las víctimas del sistema educativo. Por otra parte, la comprensión de estos problemas será situada en un marco conceptual referido a la evolución de los medios de comunicación y de los modos del razonamiento.


El primer problema nace de la necesidad de dar "cultura" que ha llevado al error de pretender enseñar "todo". El resultado es un currículo escolar que incluye cientos de acápites por año. Se debe ver todo y por lo tanto hay que proporcionar panoramas. Toda la literatura universal en un año (2)... y, en la mayoría de los colegios, ¡sin leer un solo libro! Libros de texto que incluyen todos los autores, pero que dedican sólo un par de párrafos y la cita de un fragmento infinitesimal de alguna de sus obras a cada uno. Sucesiones de períodos y autores presentados por pedazos inconexos. 45 minutos de clase para Byron, 2 horas para El Quijote, 30 versos del Cid, 2 páginas de La casa verde, 1 cuento de Ribeyro, Absalón, Absalón, ese desconocido, ausente, ¿quién será Eliot?


La incoherente heterogeneidad de los textos de lenguaje y literatura se percibe claramente en estructuras como la siguiente, tomada de Alvarado, Hernán. "Sexta unidad: Vanguardismo e indigenismo En: Lenguaje y literatura. 4° de secundaria. Lima, Quipu, 1992, págs. 141-170 (este texto es un ejemplo de cómo los programas del Ministerio de Educación obligan a los autores a repetir el error) : la unidad Vanguardismo e indigenismo de un texto típico para cuarto de secundaria incluye una página para explicar qué es el vanguardismo; un párrafo, un poema de España, aparta de mi este cáliz, dos poemas de Los heraldos negros y uno de Poemas humanos para César Vallejo; un párrafo y el poema Polirritmo dinámico o Gradín, jugador de foot-ball para Juan Parra del Riego... y punto final para la vanguardia. Luego, una página para explicar qué es el indigenismo; un párrafo y un fragmento de... ¡Matalaché! para el "indigenista" López Albújar; un párrafo y un fragmento de El mundo es ancho y ajeno para Ciro Alegría; y un párrafo y un pedazo de Todas las sangres para Arguedas. Dentro de la misma unidad siguen temas tales como El castellano en debate que incluye una nota periodística intitulada Cada vez se habla peor, afirma director de Real Academia Española y un escrito ¿Es el castellano el idioma de Dios?, ejercicios, una caricatura, algunas reglas para usar correctamente algunos signos de puntuación, un párrafo explicando qué es un contrato y un modelo de ese tipo de documento, dos fotografías y la exigencia de describirlas e interpretarlas, y finalmente una lista de características del lenguaje lejanamente emparentadas con el Curso de lingüística general de Saussure. En conclusión, demasiados temas poco o nada relacionados entre sí en un solo capitulo y explicaciones necesariamente superficiales. Ríos de información que piden a gritos sustancia que les dé peso y forma que los haga inteligibles, que se saben condenados al olvido, al repudio o al examen de múltiples alternativas para el ingreso a universidades e institutos superiores. El bosque impide ver la rama donde la rama es lo primero y es dorada.


Además, la escuela necesita mostrar al alumno que la literatura ha cambiado con el tiempo. Para ello recurre a periodificaciones de la historia literaria harto discutidas por los especialistas. Por ejemplo, "Neoclasicismo", "Romanticismo", "Realismo", "Simbolismo", "Naturalismo", "Vanguardismo", "Indigenismo" y "El boom" son algunos de los términos escogidos para significar épocas distintas. Estas etiquetas literarias son acompañadas por una lista de sucesos históricos que supuestamente deben dar el contexto social de las obras. Lo siempre ausente es la transición de una manera de escribir a otra y sus correlaciones con los desarrollos de los medios de comunicación, y es eso quizás lo más importante. Estos términos-etiquetas son aplicados a textos en función no del tratamiento literario de los temas, sino de los temas mismos de las obras y de sus contextos sociales. Por ejemplo, se enseña que el indigenismo responde a una inquietud por las condiciones de vida de los indígenas, que sus obras tratan de las tradiciones, la transculturación o la explotación, pero no se dice cuáles son las peculiaridades de su escritura.


Hay otros casos en los que se mete la literatura en compartimientos estancos; por ejemplo, se habla de un periodo romántico peruano pero no se conoce el romanticismo europeo y, por lo tanto, no hay más que una muy mediocre escala para medir los productos americanos. La escala es el mismo libro de texto escolar donde los desconocidos Lord Byron y Novalis están condenados a 5 líneas cada uno y, a veces, a algún fragmento suelto. En otras palabras, en la búsqueda de una coherencia expositiva se llega a una fragmentaria coherencia - o coherente fragmentación - de la exposición: ésta se organiza alrededor de etiquetas mal definidas para ilustrar procesos literarios concebidos no en función de sus características literarias sino de sucesos ajenos a la naturaleza misma de las obras (Vea : Poética de la frustración. Elejalde, 1997).


Por otra parte, el abuso de los exámenes de múltiples alternativas atenta contra la mente humana en la escuela, en el examen de ingreso a universidades e institutos superiores y durante los mismos estudios post-escolares. Este tipo de exámenes tiene su lugar en un sistema cuyos profesores tienen las aulas sobrepobladas y no pueden calificar los exámenes de tantos alumnos de otra manera (algunos profesores de secundaria tienen a su cargo hasta 200 alumnos ellos solos. Lo mismo pasa en la educación post-escolar), y donde la lectura de los libros es reemplazada por simples amasijos de información. Parte de la solución ha de consistir en la casi proscripción de los exámenes de múltiples alternativas, los de espacios en blanco para rellenar o aquéllos de más de 4 preguntas y menos de 5 renglones para responder a cada una. Además, debe necesariamente acabarse con el hacinamiento en las aulas.


Los medios y la educación :
Esta opción pedagógica por la mera información responde a una tendencia similar de la sociedad contemporánea. Esta, marcada por los medios electrónicos, impone formas de cultura distintas cuyos efectos vivimos hoy. El predominio de la oralidad, la escritura manual, la imprenta, la masificación de los productos impresos y, finalmente, de la radio, el cine y la televisión ha sido vinculado con los modos con que los hombres se han relacionado con el saber a lo largo de la historia. Así, la sociedad oral es grupal, tribal; el saber se recita, la historia es compuesta en poemas épicos y la medicina se transmite hablando de maestros a aprendices puesto que el oído y la mnemotecnia son las claves de la tradición. En el campo del arte, los poetas no se interesan tanto por la invención como por la reelaboración; y los poetas premiados suelen ser los mejores recreadores de las mismas viejas historias vinculadas con la tradición amorosa, épica o religiosa. Posteriormente, la aparición de la escritura manual permite mejorar la contabilidad, registrar la palabra divina, suprimir las técnicas mnemotécnicas, registrar observaciones sobre la naturaleza y elaborar códigos de leyes. El saber se desplaza de la repetición a la argumentación o de la argumentación oral a la escrita. Se desarrolla la lógica, la filosofía, y las obras literarias quedan fijadas. Entonces aparecen individuos y grupos de especialistas que escriben para otros especialistas. El público iletrado y mayoritario consume la prestigiada palabra oral de los sabios, lo que hace obvia la relación entre el dominio del saber y las estructuras del poder.



Luego la imprenta fomenta el individualismo: cada individuo, frente a su libro, tiene la posibilidad de elaborar sus propias conclusiones. El aumento de la producción de libros permite que el saber circule entre grupos mucho más amplios de lectores. De esta manera los libros sagrados, los textos científicos y los políticos se hacen asequibles a los grupos sociales emergentes que ya los demandaban. La universidad desplaza al monasterio en la conservación y elaboración de un conocimiento que se hace más complejo por las necesidades de liderazgo de entidades políticas y económicas mayores. La producción de saber matemático, económico y financiero recibe entonces un fuerte impulso. En el área de las artes, los letrados reciclan constantemente los temas y las formas de las literaturas más antiguas y se concentran en un público mayor. Aparecen formas literarias alternativas a la preceptiva grecolatina mientras que los grupos iletrados consumen productos pensados especialmente para ellos.


Baste comparar el teatro griego o el romano con el de Lope de Vega, o el de Corneille con el de Shakespeare para entender la vitalidad de las alternativas a la preceptiva clásica. Por otra parte, los iletrados y los semianalfabetos solían consumir impresos llenos de ilustraciones que hacen recordar las historietas modernas o las páginas de los libros actuales de enseñanza secundaria, llenos de figuritas y diagramas


Ya en los tiempos modernos, la tónica la da la masificación de los productos de la imprenta. En 1814 el Times de Londres puede por fin realizar mil cien impresiones por hora gracias a la prensa de dos cilindros y ya cualquiera puede enterarse de los sucesos recientes. Por otra parte, el nuevo público y el autor establecen un diálogo constante a través del periódico en la novela por entregas, en el folletín, y en las presiones de las pujantes casas editoriales. Lo anterior significa que los libros, fabricados en grandes cantidades, están sujetos a las fluctuaciones de mercados más grandes y más populares; en otras palabras, se sujetan a los requerimientos de la demanda masiva. Aparecen también las bibliotecas públicas que se suman a las de palacios, monasterios y universidades. Es en este mundo aburguesado que se desarrollan el romanticismo el realismo y el simbolismo y ya casi nada es igual a los siglos precedentes. La literatura deja de simplemente reelaborar y se dedica a inventar tramas ingeniosas donde lo importante es la acción. El artista, liberado de los gustos de su aristocrático mercado de antaño, y económicamente independiente, experimenta ya no sólo con los temas sino también con los modos de expresión. Es en el siglo XIX que la novela y la pintura realista hechas para el gran público coexisten con un arte de minorías que inventa mundos sugeridos. Gauguin, Van Gogh, Baudelaire y Lautremont pueden crear mundos posibles - o imposibles - y ganarse la vida.


En el s. XX., los hijos de este público se enfrentan a la explosión del saber, a la radio, al cine. La cómoda visión del hombre racional centro del universo es pateada por Darwin, Freud, Marx y Einstein; la radio y el cable submarino informan qué pasa al otro lado del mundo en el mismo día, y la gran guerra termina con el sueño del progreso industrial indefinido. Todo aumenta de escala: el conservadurismo y la rebelión, la industria y la pobreza, las finanzas y la política.


Entonces el arte de vanguardia profundiza la búsqueda de nuevas maneras de escribir, se hace eco del desgarramiento de las cómodas e insuficientes formas tradicionales de ver el mundo, y protesta. Por otro lado, las ideologías y las comunicaciones se hacen planetarias... y hay que informar. En este siglo los modos del pensamiento se empiezan a desplazar del patrón lineal del libro a la simultaneidad de la imagen.


El uso de la imagen trae ventajas y desventajas. Hoy, los noticieros televisivos transmiten, en tres horarios, mucha información fácilmente digerible, pero la dificultad de razonar sobre la historia por medio de la hipnótica narración audiovisual de los hechos desliga la noticia de los procesos sociales que la enmarcan. La ficción televisiva aleja de la palabra escrita y, con ella, de la lógica argumentativa clásica. La gente lee menos o lee periódicos y ve televisión. Si por un lado el periódico y la televisión democratizan el saber de la sociedad, por otro, no pueden argumentar detenidamente sobre nada y se ven obligados a usar otras maneras de razonar. Los medios masivos, bajo la tiranía del tiempo, se limitan bien a informar de los hechos, bien a condensar argumentaciones o presentar sólo sus resultados. Como consecuencia, el hecho aparece descontextualizado y las argumentaciones banalizadas.


Dentro de esta tónica, se está imponiendo poco a poco la idea de que los libros de textos escolares deben ser atractivos, posición que comparto, y junto con esta idea están apareciendo más y más libros llenos de coloridas láminas y cuadros sinópticos. En el campo de la informática, por otra parte, se suceden las ediciones de enciclopedias - profusamente adornadas de videos y música - en discos compactos. Se suele olvidar que estos materiales son meras herramientas auxiliares que no deben suplantar a los libros tradicionales. El libro tradicional puede no ser tan atractivo como el libro con figuritas del mismo modo que el tractor es menos elegante que el convertible rojo, pero el libro es rentable intelectualmente de un modo que las figuritas no pueden serlo. Noconfundamos el criterio pedagógico del placer del trabajo académico con el criterio publicitario del spot televisivo. Los alumnos del colegio deben leer libros "tradicionales", aunque no les guste la presentación, y los profesores no podemos ni debemos reemplazarlos con figuritas siguiendo el criterio de un modernismo que no tiene mucho de modernidad. Las figuritas sí pero sólo como herramienta auxiliar.


Para terminar :
Quizás ésta no sea la mejor solución pero es ya un enfrentamiento a los problemas del semianalfabetismo, la masificación de la comunicación, la oralidad y la fragmentación del conocimiento en la cultura de la información. A sólo siete años del s. XXI debemos dejar de pensar y actuar como en el s. XIX. Sin embargo alguien podría decir que esto es una gran utopía porque el primer paso tendría que consistir en la reeducación de la mayoría de docentes en el Perú, y no se equivocaría. Definitivamente hace falta dirección e inversión para elevar la calidad de los cuadros de docentes. Estoy seguro que un buen primer paso podría ser el efecto de cascada que se iniciaría por la modificación de los exámenes de ingreso. Así se obligaría a las instituciones educativas a buscar profesores adecuados a la nueva realidad y, por consiguiente, los centros de formación de docentes tendrían que modificarse a sí mismos para cubrir los nuevos requerimientos de la demanda laboral. Por supuesto, los resultados no se serían sino a mediano y largo plazo pues son varias generaciones en ejercicio las que tendrían que adaptarse o ser reemplazadas, y eso toma tiempo.


NOTAS :
Nota 1 : Prueba de la incoherencia de la expresión escrita de estudiantes universitarios es la siguiente transcripción de la respuesta a una pregunta de un examen final del curso de Lengua I. Se pidió a los alumnos que expliquen las relaciones entre el lenguaje y la sociedad. El escrito debía mostrar la lectura de los ensayos "Cogito interruptus", "La multiplicación de los media", "Una fotografía", "Lo cómico y la regla" y "Elogio de Santo Tomás". En: Eco, Umberto. La estrategia de la ilusión. Barcelona, Lumen, 1986. Todos los ensayos fueron leídos, analizados y discutidos en clase. Veamos la respuesta de la alumna: "El lenguaje es una forma de comunicación, esta puede ser escrita, hablada, por imagen o por fotografías. Eco da un ejemplo de como una fotografía publicada en un periódico, produce un efecto psicológico a la gente que empiesa a imaginarse lo que en ese momento ocurrio o de como a podido el fotografo captar esa imagen todo esto antes de leer la leyenda de la Fotografía. Pero eso en si no importa lo que interesa es que, en si la gente se entere y compre el periodico para enterarse mas sobre el asunto. ".


Nota 2 : En un año se debe estudiar toda la literatura universal, de La Ilíada de Homero a Opiniones de un payaso de Böll; o toda la literatura peruana de Ollantay a Historia de Mayta de Vargas Llosa. La obvia consecuencia es la superficialidad del saber. Nada es conocido realmente a fondo. El problema se agrava cuando el texto escolar incluye además temas correspondientes al estudio del lenguaje como "El ensayo", "Los medios masivos de comunicación", "La preparación de facturas", "La naturaleza plurilingüe y multicultural del Perú", etc. Me pregunto cuántos acápites incluirán los libros de texto del año 2,150.


El derecho a bloguear

Poco a poco, aunque sostenidamente, los weblogs o bitácoras digitales ganan imagen y poderío como medios de comunicación social aun cuando eso no se haya traducido todavía en normas legales específicas. Su identidad se ampara primordialmente en el derecho democrático y constitucional a expresarse en forma libre y por cualquier medio, lo que, por supuesto, no los exime de reglas destinadas no a coartar esa libertad sino a asignarles un lugar en la comunicación pública y en la sociedad.

Derechos Digitales, una organización no gubernamental encabezada por abogados e ingenieros chilenos, mantiene actualizado un
Guía Legal del Blogger, elaborado con base en un documento similar de otra institución sin fines de lucro, la estadounidense Electronic Frontier Foundation.

He aquí una selección de respuestas -no textuales- de dicha ONG a algunas dudas comunes en los blogueros. La legislación citada es la vigente en Chile, por lo que en algunos casos estas reglas sirven como marco de orientación general y en otros dependen de las normas propias de cada país.

Libertad de expresión

· La libertad de expresión es inherente a todo ser humano y se aplica en todo ámbito del actuar de una persona, independientemente del soporte o plataforma que se utilice para expresar las ideas. Alcanza, por supuesto, a los blogs.

· Un blog es una vía a través de la cual se emiten opiniones, se expresan ideas, se informa y comunica.

· Los mensajes digitales que forman parte de un blog, cualquiera sea la forma que adopten -textos, gráficos, sonidos, animaciones, video- están protegidos por la garantía a la libertad de expresión, entendiéndola como el derecho de toda persona a expresar, transmitir, manifestar o exteriorizar su opinión, parecer o pensamiento a otros, por cualquier medio y sin presiones, reconociendo como única restricción que los individuos estén sujetos a responsabilidades posteriores.

Algunas de esas responsabilidades

· Aunque existe libertad absoluta sobre los contenidos de una bitácora, es posible que a través de las expresiones o ideas que emita un bloguero pueda incurrir en el delito de calumnia al hacer una falsa imputación de un delito (fulano es un ladrón) o de injurias, tratándose de toda expresión en deshonra, descrédito o menosprecio de otra persona (fulano es feo).

· La responsabilidad a la que están expuestos los blogueros en general no se agota en temas de responsabilidad penal (presidio), sino que puede haber además responsabilidad civil, es decir, la obligación de indemnizar con una determinada suma de dinero a la persona afectada por el contenido, como en el caso de infracción a la propiedad intelectual o de tratamiento abusivo de datos personales, entre otros.

Control judicial

· En la investigación de ciertos delitos graves, el juzgado competente puede autorizar la interceptación o grabación de las telecomunicaciones de una persona, lo que puede incluir los mensajes digitales que se originen o lleguen a un blog.

· Los prestadores de servicios de Internet están obligados a mantener copia de los registros de conexión de sus usuarios, lo que permite la individualización de éstos en caso de una investigación criminal.

Uso de material ajeno

· Se permite la cita de textos siempre y cuando se mencione al autor o la fuente.

· Está permitido publicar una fotografía si se cuenta con la autorización de su autor o si éste la publicó utilizando una licencia Creative Commons. No está permitido legalmente si no es posible identificar al autor o éste utilizó la expresión “Todos los derechos reservados” o alguna similar, o simplemente no dijo nada en el momento de publicarla.

Protección del material propio

· Al publicar contenidos bajo una licencia Creative Commons se está permitiendo que cualquier persona pueda utilizarlos en sus propios sitios o blogs bajo las condiciones que el autor establezca y sin necesidad de pedirle permiso expreso. Las condiciones son:
1. Autorizar o no su uso comercial
2. Autorizar o no su modificación
3. Obligar a quien los reproduzca a publicarlos también con una licencia Creative Commons.

Links

-No existen restricciones legales respecto de los enlaces (links).


Julio Frank S.